Ensayos.

Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
Al estar por inaugurarse el Museo de la Memoria me preocupa el contrabando ideológico que se mostraría allí con el Sumo Pontífice caviar Diego García Sayán de promotor. “Quien controla el pasado, controla el futuro” (Orwell) y los caviares siempre quieren inocularnos su versión de la Historia. Ese museo existe por una extraña conjunción: dinero parcial alemán (el remordimiento del Holocausto), aceptación de Alan (porque se lo exigió Vargas Llosa y Alan le tiene deudas por la inmunda contracampaña de 1990) y donación inconsulta del terreno por parte del exalcalde Masías (típico derechista tronchado que quería congraciarse con los caviares tras los líos Larcomar y Downtown. Igual le odian).

La directora es Denise Ledgard, de quien me temo es la típica chica burguesa que recién descubre saliendo del colegio que vive en un país pobre y eso la atormenta, volcándola al activismo “progre”. Conocida antifujimorista, habla de “criminalizar la protesta”, “conflicto armado interno” y de la CVR “como marco de referencia”. O sea, neutral no es. La leo en la LR, donde junto a una rojimia reportera afirma que los limeños “recién sentimos al terrorismo tras Tarata” (una indignante falacia caviar). Y sigue con que la pobreza generó a Sendero (lea a Meléndez, que ha desmentido muy bien esto) y que hay que como imponer una “reconciliación” (algo imposible en la generación que vivió el terrorismo. ¡Yo no me voy a reconciliar con ellos!). Me inquieta cuando afirma que, “por lo menos en esta primera etapa, la idea es quitarle un poco la carga política” (¿la habrá después? ¿Y en cantidad?). Tampoco me gusta la idea de que se inaugure un sitio de dolor y respeto con conciertos de música (con grupos rojimios, para variar). El masoquismo caviar reescribiendo la Historia…