Arequipa.

 

Un domingo por la mañana seguir el paso a Javier Ísmodes Talavera se convierte en una tarea de atleta. El candidato del “arbolito” va de extremo a extremo en una camioneta a la caza de votos que lo lleven a la presidencia regional de Arequipa, directo y sin la escala de la segunda vuelta. Aunque los recientes sondeos de intención prevén una elección reñida, donde el principal rival es la indiferencia de una ciudadanía mayoritariamente apolítica y decepcionada. Sin desayunar y muy temprano enrumba a Alto Jesús, uno de los poblados del distrito de Paucarpata. ”Quedamos a las siete, te estuve esperando, ya me salí”, manda un mensaje de texto al celular de este cronista marcado por el síndrome de la Hora Cabana.

Lo alcanzamos en el coliseo Arequipa, punto de partida del maratón que organiza Panamericana Tv. El candidato quiere competir en la carrera de 10 kilómetros. Dice que no le interesa ganar, un deseo que no encaja en su espíritu de emprendimiento. El éxito personal de este hombre de 43 años lo refleja su hoja de vida declarada ante el Jurado Electoral: ingresos mensuales que bordean los 35 mil soles, propiedades valorizadas en cinco millones de soles, un vehículo, acciones. Aclara que todo eso le costó esfuerzo. Comenzó de abajo, a los 17 años, trabajando como vendedor de una AFP. Con la apertura del mercado en el gobierno de Fujimori, ingresaron estas asociaciones que reclutaban jóvenes como promotores de pólizas pensionarias. Con esos ingresos mantenía a su madre y pagaba los gastos que le demandaban sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional de San Agustín. Hizo de cajero, asumió la jefatura del Indecopi, el estudio Muñiz y una carrera mixta entre leyes, negocios y la docencia.

No entiende por qué algunos rivales políticos hablan de él como si fuese un “pituco”. Hubo tiempo de vacas flacas. No lo dice con rencor parricida, pero aclara que nunca recibió el apoyo del padre. Se crió con su madre y tíos maternos que lo empujaron a las lecturas y política. Javier Lizárraga, exconsejero regional, es uno de sus mentores. Las decisiones políticas importantes se consultan con él. Estudió en el colegio San José con media beca. Fue un alumno regular, pero hubo un hecho que marcó su vida: los ascensos al Misti, escalar hasta los cinco mil 822 metros le templó el carácter. En ese día y medio de sufrimiento por la cuesta volcánica, se dio cuenta que si se proponía cosas podría lograrlo. Desde entonces no ha parado.

-¿Por qué no quiere ganar la carrera?- “No estoy en forma, participé en varias maratones y cuando lo hago me preparo, salgo a correr todas las mañanas, ahora por la campaña no lo hago”, confiesa mientras se calza la camiseta de la competencia.

Uno de sus asistentes le alcanza dos botellas de energizantes que serán el combustible para llegar a la meta. Dan la partida y “Yoyo”, su chapa de niñez por su prominente dentadura que lo asemeja a Topo Gigio, destaca por su metro 85. Pero queda relegado. Los primeros puestos empiezan a llegar al estadio Melgar, punto de llegada. Ísmodes arriba en el pelotón de los últimos. Está extenuado, al borde del colapso. Se repone con un sánguche de pollo y una gaseosa que venden fuera del estadio. Llama a uno de sus colaboradores de la campaña, Giuliano Delgado, abogado que sacó al alcalde Alfredo Zegarra de sus enredos judiciales, para que pague la cuenta. -Olvidé mi billetera- se excusa.

¿Es tacaño?, preguntamos en la entrevista.
-Ni mezquino ni botarate. Todos los meses de mi vida ayudo a una casa hogar especial-.

El próximo destino será La Joya, a Villa Agraria donde lo eligieron padrino del techamiento. En la ruta le planteamos algunas dudas sobre su carácter calificado de explosivo y medio picón. Hasta su hijo Facundo, de cuatro años, en un reportaje de televisión da cuenta de ese mal genio.

-¿Tendrá la paciencia para manejar un aparato burocrático regional?- “Tenemos que hacer una reforma interna, así los trabajadores no lo quieran, respetaremos sus derechos, pero habrá reforma” .

El vehículo avanza sorteando el escaso tráfico de domingo. Atrás quedan los inmensos carteles donde aparece él y Alfredo Zegarra juntos. A diferencia de otros movimientos, dice que en Arequipa Renace se trabaja en equipo.

“Acá me siento cómodo” -señala con el alivio de un inquilino bien tratado-. En las elecciones de 2010 vivió una experiencia adversa. Postuló al Gobierno Regional por Juntos por el Sur en dupla con el árbitro FIFA Víctor Hugo Rivera, candidato a la alcaldía provincial. A Ísmodes no solo le tacharon la lista por inscribir mal a sus consejeros, las relaciones con Rivera anduvieron mal. Habrán llegado a tal nivel de exasperación que en una reciente entrevista el exárbitro confesó que ese proceso no votó por su compañero de partido.

-¿Eso dijo? Bueno, que se puede esperar, Víctor Hugo es Víctor Hugo- responde algo fastidiado.

En La Joya lo recibe Ramón Pachas, presidente del Frente Amplio de Arequipa. En este arenal se idean casas con granjas para criar animales domésticos. Es fruto de una invasión. Les habla del emprendimiento y de que una de sus primeras gestiones será legalizar estas propiedades y darles agua y otros servicios.

-No queda otra. A los terrenos usurpados hay que darles una salida. Ni con el Ejército los sacas- advierte.

En el caso de La Joya, lo único que pide es que dejen 15 metros en cada lado para garantizar la carretera de cuatro carriles.

El candidato regala cincuenta bolsas de cemento. ¿Cómo está financiando su campaña con tanto regalo? , le pregunto. Bueno son aportes míos y de amigos que lo hacen en forma desinteresada. Mentira, no hay ningún grupo de poder detrás mío. Y tampoco es una campaña millonaria.

A Ísmodes le sirven una parrilla de chancho y chicha de jora. Tiene buen diente. Se toma fotos, da abrazos, reparte besos. En nada se parece a ese abogado serio del estudio Muñiz

About edilbertoruiz2000@yahoo.com

MDin law M.D. in Law and Economics. Policia de Investigaciones del Peru (PIP) Rank Captain. Director of the Personnel of National customhouse of the Peru Lawyer in Court in representation of the State.. USA. school system. Teacher. Bilingual
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